Lanzamiento de la renovada propuesta enoturística de Bodegas y Viñedos Famiglia Passadore.

Lanzamiento de la renovada propuesta enoturística de Bodegas y Viñedos Famiglia Passadore.

El pasado jueves 15 de junio, nuestra bodega presentó en sociedad su propuesta de Enoturismo para la temporada 2023-2024. Nos vestimos de gala para recibir a los más de 170 invitados que acompañaron el evento.

Los asistentes pudieron vivir la experiencia de recorrer todas las instalaciones de la bodega con múltiples atractivos. La sala de toneles, que data de principios del siglo XX, se transformó en una galería de arte donde la artista Giovanna Gil Alves exhibió sus obras.

El saxofón de Peter Antón trasladó a los invitados a conocer nuestra cava en la que reposa la mayor producción de espumoso natural elaborado en Uruguay con el método Champenoise. La cava es uno de los principales atractivos de la bodega y es considerada por expertos como la de mayores dimensiones en Sudamérica.

En el salón principal tuvo lugar el show musical de Alex Mayorca una vez que nuestro director, Juan José Passadore, diera la bienvenida al evento. También hicieron uso de la palabra el Subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, el Presidente de INAVI, Enólogo Ricardo Cabrera, y el encargado del área de Enoturismo, Lic. Rubens Ponzio.

La gastronomía del evento estuvo a cargo del reconocido Chef Pepe Molina, quien trabajó con los productos chacinados y cárnicos de Granja La Familia. Los postres de Olaso y los tradicionales alfajores de la novel empresa Salvador marcaron el cierre de un evento que reunió a autoridades, familia y personalidades del mundo vitivinícola y del espectáculo.

La oferta enoturística de nuestra bodega ofrece visitas guiadas, degustación de vinos, almuerzos, cenas y la posibilidad de generar eventos sociales, empresariales y corporativos. Una propuesta amplia que permite, tanto al público local como extranjero, valorizar el rico patrimonio histórico y vitivinícola uruguayo con una experiencia multisensorial memorable.

Se trata de una apuesta más del proceso de renovación que viene realizando nuestro director y su equipo de colaboradores.

Los invitamos a conocer más de esta rica experiencia y a coordinar su visita y degustación por el 097.074.930

Una historia de 125 añosque está más vigente que nunca

Una historia de 125 años
que está más vigente que nunca

La publicación especializada en vino, Catadores.net, realizó una muy linda nota acerca del cambio de imagen y proceso de modernización por los que está atravesando la Bodega en este 2023, año de nuestro 125 aniversario.

El experto Eduardo Lanza hizo referencia, entre otros aspectos, al nuevo sitio web que lanzamos recientemente y que refleja los muchos cambios que estamos experimentando como empresa.

Se trata de un sitio más atractivo y moderno, de fácil usabilidad y que ofrece no solo una detallada descripción de cada uno de los vinos, sino que permite comprarlos online a través de su nuevo e-commerce.

Cambios que evidencian la renovación de una de las bodegas más tradicionales de nuestro país y que tras un siglo y cuarto de historia demuestran que está más vigente que nunca.

Los invitamos a leer la nota, a conocer la historia de Bodega Famiglia Passadore y a degustar sus mejores vinos.

https://www.catadores.net/un-cardenal-como-simbolo/

Premiados en el International Wine Challenge de Londres

Premiados en el International Wine Challenge de Londres

Los vinos de Bodega Famigilia Passadore, nuevamente reconocidos en los certámenes más prestigiosos del mundo.

En esta oportunidad, el nuevo Espumoso Natural Chateau Thierry Brut obtuvo la medalla de Bronce en el International Wine Challenge de Londres, sin duda uno de los certámenes de más prestigio a nivel mundial.

Este espumoso de color amarillo con reflejos verdosos, frutal, fresco y con acidez presente, fue galardonado por un selecto jurado que reconoció las bondades de este producto genuino de Bodega Famiglia Passadore.

Asimismo, en este mismo certamen la Bodega obtuvo una mención con su Chateau Thierry Brut Nature, un espumoso natural de color amarillo y reflejos dorados. Sus aromas elegantes y complejos combinados con su muy buena presencia en boca, también mereció el reconocimiento de los más entendidos.

¡Cheers!

Historia del vino en Uruguay

Historia del vino en Uruguay

Los primeros cultivos de la vid en América datan del Siglo XVI en las zonas de influencia de los Virreinatos de México y Perú. Desde Perú se fueron expandiendo hacia Chile, Bolivia y con menor éxito a Ecuador. Los conquistadores españoles consideraban al vino un elemento indispensable para la alimentación, al igual que el trigo, el aceite y otros vegetales.

El vino era transportado desde España y muchas veces se echaba a perder por el tiempo que demoraban las travesías, condiciones del transporte y la calidad del vino que en general no era buena.

Por el alto costo de los vinos y las dificultades de conservación, los primeros grupos de misioneros vieron la necesidad de comenzar a plantar vides, pues el vino les era indispensable para atender las necesidades del culto y religiosas.

Procedentes de Perú y Chile llegaron a Argentina las primeras plantas de vid a mediados del Siglo XVI. Conociéndose los primeros viñedos en la zona de San Juan y Mendoza. Años más tarde el cultivo llegó a Buenos Aires.
A pesar de la cercanía con Buenos Aires fueron los colonizadores españoles quienes a mediados del Siglo XVII introdujeron las primeras vides cultivadas en parral, en esta primera etapa con destino a uva de mesa y elaboración de vino para consumo familiar.

 

Hasta comienzos del Siglo XVIII nuestra región fue carente de todo interés para los conquistadores, ya que eran consideradas tierras desprovistas de metales preciosos y extendidas hacia el lejano sur muy distante de un mundo que tenía como centro a España, Francia, Inglaterra y Portugal. Los afanes expansionistas de las potencias rivales preocuparon al gobierno español decidiendo realizar la fundación de Montevideo en 1726.

Los primeros años del Siglo XIX transcurrieron llenos de luchas y revoluciones independentistas, primero contra el gobierno español y luego las guerras contra el Imperio de Brasil. A partir de 1828 una vez constituido como Estado independiente se generó un clima adecuado que ayudó para los primeros desarrollos agrícolas y comenzó a difundirse la viticultura.

Poco duró la paz y estas pocas experiencias no llegarían a buen término y configuraron un fracaso debido a las luchas internas (Guerra Grande de 1839 a 1851). Fueron años muy críticos para la agricultura y en especial para la viticultura que requería cuidados permanentes, mano de obra capacitada, poblaciones estables y mercado interno adecuado.

A partir de 1870 comenzaron a darse en el país las condiciones necesarias para el cultivo de la vid en mayor escala y con fines de producción comercial. Luego de muchos fracasos y sinsabores, hombres de gran inteligencia y espíritu de lucha, probando variedades que pudieran adaptarse a nuestro medio alcanzaron la meta: nace la viticultura nacional.

En el departamento de Salto, paraje Saladero de La Caballada, Pascual Harriague luego de varios fracasos en 1860, logró en 1874 formar los primeros viñedos con la cepa francesa Tannat, traída de Concordia (Argentina). Es así que esta variedad en Argentina llamada Lorda en honor del vasco que la introdujo, aquí en Uruguay, lleva el nombre Harriague por el mismo motivo. Este viñedo alcanzó una superficie de 200 hectáreas.

En el sur, en su granja de Colón, Francisco Vidiella en 1876 comenzó a cultivar variedades que había traído de Europa. En 1878 seleccionó una que le llamó Peñarol y luego pasaría a llamarse Vidiella. Esta uva presenta las características de la cepa francesa Folle Noire. Este viñedo alcanzó una superficie de 36 hectáreas.

El 25 de Febrero de 1883 se celebró en la granja de Francisco Vidiella la primera fiesta nacional de la vendimia. Estas dos variedades de uva para vino, Harriague y Vidiella, constituyeron la base de la viticultura uruguaya a las que siguieron muchas otras como Cabernet, Merlot y Malbec, procedentes de España, Francia, Italia, y otros.

En 1893, cuando los viñedos uruguayos habían alcanzado entre las 700 y 1000 hectáreas y la vid era el cultivo de moda, se declaró oficialmente la presencia de la filoxera(1) en el país, lo que obligó a hacer un alto en ese camino de la expansión vitícola. Originaria de Norteamérica, apareció en Gran Bretaña alrededor de 1863 y en pocos años se extendió a toda Europa.

En los comienzos del Siglo XX se produce la primera reconversión de los viñedos del país, transformándose la plantación directa por planta injertada. Esta transformación vino de la mano de la migración europea, principalmente italiana, que con gran empeño se dedicaron al cultivo de la vid, apareciendo una nueva modalidad de productor vitícola que trajo como consecuencia la expansión de los viñedos del tipo familiar.

En 1903 se promulga la primera ley vitivinícola nacional, se reglamenta la producción y comercialización del “vino natural”.

En 1904 los primeros datos oficiales indicaban que había alrededor de 3.600 hectáreas de viñas y 445 bodegas. En 1905 las bodegas aumentaron a 559 y en 1910 los viñedos pasaron a 6.100 hectáreas.

Este crecimiento fue constante hasta 1950 donde se estimaba una superficie de 19.000 hectáreas y más de 80 millones de plantas. Luego de permanecer estable por alrededor de 20 años se produce un descenso y en el año 2000 se contabilizan alrededor de 30,2 millones de plantas. En el año 2004 (según datos de INAVI) existen 2.389 viñedos, con una superficie total de 8.583 hectáreas y 29.275.742 plantas.

La gran expansión de los viñedos uruguayos fue acompañado por la creación de institutos que ayudaron en la investigación, enseñanza, competitividad y tecnología que le dieron vitalidad a la producción vitivinícola:

En 1906 se crea la Facultad de Agronomía dependiente de la Universidad de la República.
En 1940 se funda la Escuela Industrial de Enología.
En 1957 se creó el primer Sistema de Advertencia para enfermedades de la vid.
En 1987 se crea el Instituto Nacional de Vitivinicultura (I.NA.VI.).

A partir de 1889 se produce una transformación muy profunda en las estructuras productivas, industriales y comerciales de la vitivinicultura uruguaya. Se consolidan las plantaciones de nuevos viñedos sobre la base de variedades de verdadera y reconocida calidad y por consiguiente la producción creciente de vinos de calidad.

Con la creación del MERCOSUR (1991) se producen cambios políticos, socio- culturales y económicos en la economía uruguaya lo que trajo como consecuencia la necesidad de cambiar las estructuras de producción y comercialización. En 1995 Uruguay organiza la 75ª Asamblea Mundial. Esta asamblea fue de vital importancia ya que abrió las puertas al mercado mundial para la exportación de vinos finos uruguayos.

A partir del año 2000 al estar llegando a su madurez las nuevas plantaciones efectuadas en los años 80 y 90 comenzaron a dar sus frutos. En su orden los años 2000, 2004 y 2002 han sido los mejores. Esto se debe a la aplicación de nuevas técnicas de elaboración, un clima favorable (caluroso), a la calidad y cantidad de uvas cosechadas.

Se producen actualmente, entre las distintas variedades de vinos, más de 90 millones de litros, de los cuales el 80% corresponden a vino de mesa o vino común y el resto, menos de un 20%, a vinos finos (V.C.P.). El consumo interno está calculado en 30 litros por persona al año. Solo un 3% de la producción es con destino a la exportación.

(1) Filoxera: Insecto hemíptero parecido al pulgón. Parásito de la vid que se desarrolla en las nudosidades y tuberosidades de las raíces. Se alimenta de los jugos que deberían llegar a los órganos aéreos, provocando sequía interna en las plantas y escases de nutrientes que junto con la entrada posterior de hongos o bacterias parásitas provocan la muerte de la planta. Se combate replantando el viñedo con raíces de ciertas vides americanas resistentes al insecto, sobre las que se injertan las variedades que se desean cultivar.

La cepa Tannat

La cepa Tannat

El Tannat es el vino varietal que inició la producción vitivinícola del Uruguay a escala comercial. En 1870, buscando una cepa que se adaptara al suelo y clima locales, se introdujeron al país numerosas variedades de uva. Una de estas, la variedad Tannat originaria del sur de Francia, probó ser extremadamente exitosa y llevó a la producción de un vino sumamente atractivo para los consumidores de la época.

Desde hace más de un siglo, el Tannat se conoce como el “Vino uruguayo”. Desde sus comienzos, el vino Tannat ha presentado las cualidades técnicas de color y estructura que le dan su valor enológico. Los Tannat son vinos tánicos, de taninos suaves y tiernos y un atractivo color.

Uruguay es el único productor en el mundo donde existen viñedos significativos en cantidades aún mayores que en su tierra nativa: Madiran e Irouléguy, sudoeste de Francia. En Uruguay, la superficie plantada de esta variedad representa un tercio de los viñedos. El vino Tannat presenta dos principios enológicos básicos: calidad y características locales. Esto ha conducido al creciente reconocimiento de Uruguay como país productor de vinos de calidad. La “identidad” obtenida con el vino Tannat abrió los mercados internacionales a otras variedades de vinos uruguayos.

El vino Tannat se expresa perfectamente solo a sí mismo, pero presenta también combinaciones de características particulares, en cortes con otras variedades. Esto da como resultado una gran diversidad; Tannat-Cabernet Sauvignon, Tannat-Merlot, Tannat-Cabernet Franc. También se ha comenzado a elaborar vino Tannat en barricas de Roble. Todo esto significa que solo o en combinación con otras variedades, el Tannat se expresa magníficamente.

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